09-02-06


Arcano 17 (Operación de blanqueo):
O, te miro pasar desde la estación de mi pueblo.

La operación de blanqueo encierra en sí misma la complejidad de una trama de operaciones difíciles de desentramar. Claro está para eso son hechas, y en el ámbito de las operaciones artísticas tienen larga data. Bien sabido es que la inscripción de una obra en un medio, en la mayoría de los casos requiere de una estrategia de posicionamiento, con una clara orientación hacia los estatutos apropiados a ese fin: Teóricos, comisarios, curadores, etc. Histórica y probadamente los antecedente más a mano son los de la “escena de avanzada” durante la década del setenta. En plena dictadura, su estrategia permitió operar sobre la gramática establecida por un grupo de teóricos que visó una obra política, que a su vez, se blindó en el discurso para proteger la integridad de sus miembros. Al estilo de las estructuras paramilitares, la compartimentación como sistema operativo debió mantener la distancia entre el aparato receptor represivo y las órbitas artístico-militantes.
En definitiva, ¿que permite que una obra se inscriba correctamente? Simple, un comité editorial, “el que a buen árbol se arrima” Dentro de esta lógica conspirativa, donde la compartimentación compartimentada parafrasea la estrategia de los poderes fácticos en el catálogo del tráfico de influencias en la esfera pública, la consolidación de una escena puesta (mise en scène), donde la preeminencia de un “estatuto técnico profesional” reproduce las coordenadas dictadas por la fraseología editorial y que tiene como sustancia el NOMBRAR, (como acto divino) y como finalidad la promoción de una posteridad cadavérica. Cae de maduro, para seguir con la metáfora arbórea, el objetivo es mostrar un tronco y un ramaje cubierto de hojas verdes (lo visible), y por debajo, las raíces (lo invisible) que succionan el lenguaje transmutando el agua en sabia productora de nuevos “operadores de riesgo en mercados futuros”. La nueva empresa cultural, los gerentes sensibles, lástima que bajo el poncho, todavía, se les vea el puñal.
Si bien las estrategias montadas en los setentas corresponden a un acuerdo en igualdad de condiciones, actualmente este no se reproduce de igual forma, por razones obvias: Los actuales curadores, críticos y teóricos son el remanente de una época que les obligó a esperar su momento, este llegó con la transición y se consolidó en los años venideros. Por lo mismo, las no-venteras generaciones no se hallaban en igualdad de condiciones a la hora de establecer una estrategia de inscripción. De ahí a lo que sigue no hay un paso: ¿para que plantar un árbol si tengo uno crecidito al lado? Bueno nadie podría pensar que esto no corresponde, la verdad es bueno que cada cual se dedique a lo suyo, pero ¿who is who? Es una pregunta que flota en el ambiente: ¿el huevo, o la gallina? Personalmente, son cada vez menos las obras que me producen erección, por el contrario cada día la escena me parece más impotente y con una marcada debilidad por el rouge y los tacones, maquillaje artístico que le llaman. Claro está el producto crítico resulta insolente, antipático, demodé, frente a los arcanos 17 y el triángulo de las bermudas (cuando se entra en esa zona, la gente, se pierde) ya que evidentemente la inscripción de una obra en esos espacios da sólo para allegado, para mediagua, o como diría Pepito TV: “guatón copión te salió movida la foto”. De ahí que, la validación de un arte latinoamericano requiera de una política de inserción en el primer mundo. Con ese objetivo, los administradores del arte, no han encontrado nada mejor que remitirse al “costumbrismo” para demostrar “como quieren en chile al amigo cuando es forastero”. Dando carta blanca, a cualquier “curador” extranjero, para producir versiones acomodaticias al tercer mundo de decimonónicas versiones de todo aquello que es considerado “matérico” en Europa y Estados Unidos, y que sólo busca hacerse un favor a sus propias carreras,. Así nos han deleitado, con magnificas exhibiciones, que nadie recuerda, pero que si han incluido a algunos arcanos de la fronda criolla. El resultado ha sido un largo listado de catálogos de auto promoción, que como finalidad de una política cultural de estado, de inserción del arte chileno en la escena latinoamericana, no ha pasado más allá de las fronteras de Bolivia y Paraguay, dando nuevas muestras de la falta de prioridad, coordinación, eficiencia, y en definitiva, del fracaso de los organismos de estado competentes en la promoción del arte chileno en el extranjero (Cancillería, Consejo, etc.) Eso si, se han orientado hacia los eventos de GRAN IMPACTO como prioridad, depositando el juicio de su gestión en la reacción farandulera de los medios y del público, como si lo llamativo de la vestimenta asegurara la calidad del producto, menos mal que el financiamiento para las investigaciones científicas no se entrega con el mismo criterio, porque si fuera así, estaría donde se encuentran las artes visuales, remitidas al último escalafón de la carrera funcionaria, supeditadas a la teatralidad de sus procederes y difusión para obtener algún financiamiento. En todo caso éste no representa más que las migajas caritativas de la limosna dominguera, “Hay que dar hasta que duela” el pecho, de tanto golpeárselo, cosa que el lunes podamos volver a ser chilenos. “ASÍ NOS GUSTA”, llenarnos la boca de cultura, cuando nuestra mentalidad isleña, de poquita cosa, sírvase pancito no`ma, tome asientito, que va tener quesperar que lo atiendan, enclaustra, atonta, y reprime parafraseando aquellas viejas estrategias de compartimentación, perpetuando las operaciones de blanqueo, tanto de personas como de propósitos, para mantener las llaves del fundo en manos de la misma sucesión.

IN MEMORIAM
(A Guillermo Deisler)

El nombre que deja el hombre
La palabra investida y perdida
Despoblada en su quietud seca
Ser y no estar, esa es la urgencia
Juntos podemos leer sus libros,
penetrar en la esperada marca
de sus operaciones verbales
El hombre que deja el nombre
La ceniza de los manuscritos
Refugiada en pobres casuchitas
Vistiendo copias de autenticidad
La llave de los pobres de espíritu
Polvareda de las tierras tomadas
El nombre deshaciendo al hombre
Impelido por el vértigo de su paso



No lo conocí personalmente. Los primeros acercamientos sobre la obra postal de Deisler, los tuve a través de un proyecto de H. Braumuller, de esa época conservo una de sus obras. Posteriormente, fui invitado a un proyecto de homenaje, después de fallecido. Hoy, que se reconoce y recuerda su obra, a 11 años de su muerte, con distintos homenajes y exposiciones, me sumo a éstos, mostrando parte de una serie inédita de obras realizadas a partir de variaciones sobre un mismo trabajo. El nombre de la serie es: IN MEMORIAM (tributo a G.
Deisler)